Cailleach es una figura de la mitología celta, particularmente en Escocia e Irlanda. A menudo se la describe como una vieja bruja o vieja, y se la asocia con el invierno, la muerte y la tierra. En algunas leyendas, se la representa como una diosa poderosa y temible que ejerce control sobre el mundo natural, dando forma a la tierra y determinando las estaciones.
En otras historias, Cailleach se representa como una hechicera que cambia de forma y usa su magia para provocar el invierno y detener la primavera. A pesar de su temible reputación, también se la considera una figura sabia y cariñosa, capaz de otorgar regalos y ofrecer orientación a quienes la buscan.
En algunas tradiciones, Cailleach es vista como la consorte del dios Beira, la reina del invierno, y se cree que se transformó en una hermosa joven al comienzo de la primavera. En otros, se la asocia con la diosa Bridgit o Bride, a quien se considera la encarnación de la curación, la fertilidad y la renovación.
La figura de Cailleach sigue siendo una parte importante del folclore y la tradición celtas, y muchas personas la veneran hoy en día como un símbolo del poder y la magia del mundo natural.